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LOS PROBLEMAS Y LOS PROYECTOS

“Si tuviera una hora para resolver un problema, pasaría 55 minutos pensando en el problema y cinco en las soluciones”.  Albert Einstein

Los problemas están íntimamente vinculados a los proyectos en tanto estos existen con el único fin de solucionar dichos problemas.

Identificación de problemas

El problema está en el problema. Al formular proyectos, es necesario poner todo el cuidado en identificar correctamente los problemas que afectan al cliente, a los beneficiarios, a los usuarios, a la comunidad, a cada uno de nosotros.  

A las empresas e instituciones les corresponde solucionarlo, esa es su misión, su razón de ser.  En eso consiste la competitividad, la pertinencia.  Por eso alcanzamos la preferencia del mercado, el reconocimiento de la comunidad: alcanzando los objetivos de nuestros clientes y beneficiarios mediante proyectos formulados adecuadamente.

Caracterizar el problema con parámetros es el primer paso para solucionarlo.  Generalmente esta información inicialmente es aproximada, gruesa y no necesariamente comprobada, sustentada o respaldada, la conocemos en forma de pruebas blandas y está todavía a nivel de percepción.  Pueden basarse en reportes, noticias, videos-fotos, etc. Es el paso inicial, más adelante se deberá afinar esta información.  

Son los interesados o involucrados la fuente más adecuada para “graficar” el problema a nivel cualitativo en una primera etapa.  Debe ser contextualizado dentro de una problemática general con sus intereses e interesados.

Declaración de problemas

Un problema no es la falta de una solución sino la existencia de una situación no deseada.  Cuando se declara un problema como la ausencia de una solución, se  cae en el error de presumir de antemano sus causas lo que induce a predeterminar las acciones sin análisis previo.

No es acertado señalar que el problema es que “se necesita un puente” sino “existe un cuerpo de agua que impide la libre circulación de los productos”.  No es acertada la declaración del problema como “falta suficientes plazas empleo” sino que “existe poca demanda para nuestros productos”.  No es el problema “la reducción de las venta” sino quizá “la demora en el despacho de los productos”. 

Es decepcionante descubrir que el camino escogido no lleva al destino esperado o que los recursos utilizados en hacer ese recorrido no se podrán recuperar, se han desperdiciado.  Esto es lo que sucede cuando se conciben proyectos sin determinar las relaciones causa-efecto de las problemáticas que necesitamos atender.  

Esto es común tanto en empresas como instituciones, así como en la vida personal: soluciones que no solucionan y que incluso a menudo generan nuevos problemas sin solucionar realmente los anteriores.  

Por esta razón muchos proyectos fallan en conseguir los resultados esperados. Para evitarlo es necesario identificar adecuadamente las relaciones causa-efecto de la problemática a tratar. 

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